
1. Experiencia de Conversión – Primeramente necesita ser convertido y haber tenido una propia experiencia de conversión en Cristo.
2. Sellado por el Espíritu Santo – El Espíritu de Dios separarse para él. Tener una convicción de una relación con Dios y su Espíritu Santo. Ser lleno del Espíritu, si es posible con sus dones y frutos para ejercer una mejor función evangelizadora.
3. Santificado- Dedicado y comprometido a Dios. Apartado de todo mal y pecado del mundo. Obediente su palabra.
4. Conocedor de la Biblia – Constantemente debe leer la Biblia. En voz alta porque la fe viene por el oír la palabra de Dios. Debe memorizar versículos y porciones de la palabra. Estudiar profundamente y con detenimiento. Meditar y reflexionar durante el día en su palabra.
5. Ser de oración- Tener un estilo de vida de oración. La vida de oración le da poder en el Espíritu y confianza en el momento de pedirle a Dios.
6. Testimonio Personal – Ser una persona irreprochable de una conducta moral moderada. Persona digna, de carácter solido y costumbre sanas, que tenga un buen ejemplo en su familia.
7. Persona Sabia- Que tenga un buen juicio y sea equitativo, que lo examine todo y sepa aplicar lo bueno y desechar lo malo. Que no tome decisiones apresurada y prejuiciadas.
POR: Arlene Serrano Torres
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